La belle personne o la Princesa de Clèves en el s. XXI

 

La belle personne, del director francés Christope Honoré, protagonizada por  Léa Seydoux y Louis Garrel, es una adaptación del clásico La Princesse de Clèves, cuya lectura recomiendo, no solo porque es una gran pequeña novela, también porque se capta mejor el juego que introduce el director al abordar temas afines al presente. El resultado es muy digno, los actores están bien dirigidos sin apartarse de ese tópico de los jóvenes franceses de clase alta expertos en los lances amorosos y da qué pensar –en el mejor sentido de la expresión– cómo Honoré logra convertir en tema central un equívoco que implica a dos personajes secundarios. Una manera de «hacer suyo» el argumento …

…y si parece enigmático este resumen es porque no quiero revelar los rebotes de la líneas argumentales, entre otras cosas porque son escasas y no quedaría mucho donde hincar el diente como espectadores.

Es llamativa la fascinación de los franceses por sus clásicos. Al respecto, cae a peso recordar La Vie d’Adèle, de Abdellatif Kechiche, –que me pareció tristísima –: los fragmentos que el profesor de literatura francesa lee en voz alta durante sus clases funcionan como correlato de las emociones que experimenta la protagonista. Habitualmente, el género del libro indica al espectador la lectura/interpretación que cabe hacer de la trama amorosa que pone en escena. No es lo mismo el romanticismo filosófico de La princesa de Clèves que los equívocos de La vie de Marianne de Marivaux, ni los personajes femeninos de las tragedias griegas.

Es difícil imaginar una película española que juegue con tales referencias y no será porque nos falten clásicos ni grandes autores en lengua hispana.