

Hace unos años publiqué en la revista Dissidences, de la universidad Bowdoin de Massachussets, un largo artículo sobre la novela de Alberto Fuguet, Missing (Una investigación). Los artículos se evalúan según el procedimiento de «doble ciego», es decir que se leen considerando exclusivamente el contenido y una vez aceptado se accede a los datos del autor, al que se contacta y se dan indicaciones si conviene aclarar algún punto o ajustar detalles de su presentación a las normas editoriales de la revista. Entre las herramientas que la página pone a disposición de los autores está el panel de control (dashboard) que incluyen datos de descargas y la ubicación de los centros desde donde se descarga el artículo; si se trata de particulares, estudiantes o profesores que lo bajan desde sus domicilios, suele aparecer el dato geográfico junto con un «unknown institution». Al echarle una ojeada, hoy descubro que desde la Universidad de Harvard se ha descargado dos veces (como se ve en las capturas de pantalla que incluyo). Otras tantas en Yale.
La gracia del asunto, como sabrá el que lleve algún tiempo leyéndome, es que aquí en Barcelona estoy desde hace mucho tiempo ninguneada o, según la jerga actual, «cancelada». En Madrid y otras regiones me publican según les convenga pero pagándome unas cantidades tan ridículas, tan tarde y sabiendo yo que a colegas hombres les pagan más, que las condiciones se vuelven disuasorias.
En fin… no tengo la mañana para extenderme en agravios, pero recordemos también que Padura está nominado por su bodrio-novela al IV Premio de Novela Vargas Llosa, nada menos que en competición con Juan Gabriel Vásquez, que ha publicado recientemente Volver la vista atrás, una de esas novelas-río que suma una pieza valiosa más a su panorama de la historia colombiana reciente desde esa perspectiva que le es propia del implacable alegato edípico en tono calmoso. En esta novela aborda el tema de la guerrilla de las Farc, los estragos (de nuevo) del comunismo (aquí del maoísmo), a través de la pasmosa experiencia de la familia Cabrera, con protagonismo del director de cine Sergio Cabrera.
Aunque por coherencia con los métodos españoles de visibilización de escritores debería ganar Padura, es decir un farsante que miente sobre la realidad cubana y que ha puesto en las librerías un mejunje asombroso de personajes y escenarios con el label de la antaño prestigiosa Tusquets, supongo que será la novela de Vásquez, que recurre en ciertos momentos a estrategias del Philip Roth de la Pastoral americana y del García Márquez de Noticia de un secuestro, la que se alce con el premio. O cualquier otro…pero insisto en que por coherencia con la realidad cultural española debería ganar un plagiario.
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