Crónica, memorias de infancia y madurez, libro de duelo de Linn Ullmann… En todo caso, es una lectura muy recomendable por más que en algunos momentos parece sumergirse en recuerdos intrascendentes, que solo pueden parecerle importantes a su autora. Demuestra su buen oficio y talento al conseguir encajar todos los recuerdos y reflexiones en el conjunto. Por supuesto, la mirada sobre Ingmar Bergman como padre y mentor da sustancia al proyecto literario que supone exhumar las cintas grabadas en el último año de su vida.
Me ha llamado la atención la importancia que da a sus sensaciones infantiles de no ser bastante guapa, no poder llegar a ser tan hermosa como su madre, la famosa Liv Ullmann –a mí no me parecía especialmente bella, pero debía de pasar por tal en su juventud–, y la ansiedad, la neurosis, el descontento, la rivalidad o la hostilidad que genera en su relación. Lo llamo el «síndrome del hijo de estrella de cine», es un «fenómeno» que he leído y observado en artistas o intelectuales que tuvieron un tipo de madre muy concreto, la que no les dedicó un tiempo para ser solo madre; bien vestida y maquillada para una vida social que la mantenía apartada del rol materno, impone a los hijos la presencia de sus «hombres»… La madre en cuestión no es necesariamente una estrella de cine, pero sí acostumbra a ser muy guapa y tiene un perfil social o profesional donde su buen aspecto físico es muy importante. Por mencionar dos personajes notables que en sus memorias trazan un retrato inclemente de la madre por este motivo: François Truffaut -hijo de padre desconocido, relaciones pésimas con la madre, dura con él en el trato y veleidosa–; la actriz Maria Schneider –madre soltera y de profesión modelo, padre conocido pero distante–.
Un fragmento de la reseña:
con el argumento de Los inquietos: la hija del director evoca, a más de un lustro de la muerte del padre, su relación con sus progenitores y trata de hacer realidad el proyecto que acordó con él, escribir «un libro sobre la vejez». Siguiendo un ritual que el deterioro físico y mental de Bergman hacía cada vez más difícil, se reunían para grabar conversaciones en la casa que él construyó en la isla de Farö donde de niña Ullmann pasaba sus veranos y el padre se instaló para vivir sus últimos años.
que puede leerse entera en Islas y recuerdos.
Liv Ullmann, actriz musa de Ingmar Bergman, es también directora de cine y escritora.