Porta
«La ciudad de los vivos», en Jot Down. Podéis leerla aquí

Los tres protagonistas: en el centro, la víctima Luca Varani; a la izquierda Manuel Foffo y a la derecha, el suicida Marco Prato.
«Aquella noche de marzo de 2016 culminaba una juerga de varios días protagonizada por Manuel Foffo y Marco Prato, en el piso de la barriada del Collatino, situado en las extensas afueras de Roma, donde vivía Foffo. La víctima podía haber sido cualquiera pero el número de la suerte fatal le salió a Luca Varani, veintitrés años, hijo único de una familia humilde de feriantes que lo adoptó siendo apenas un bebé en un orfanato de Rumanía —¿alguien se acuerda de los famosos orfanatos de la Rumanía de Ceaucescu?—, que le dieron el apellido y un amor ciego. Algo menos ciego pero intenso y leal era el amor de su novia desde la adolescencia, Marta Gaia, que se personará también como acusación en el juicio que condenó a Foffo a treinta años, y a ser recordado con rencor y pesar a Prato, quien logró suicidarse en 2017 en la cárcel, justo antes del juicio.»