«El Mago» de Colm Tóibín

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Mi reseña de la biografía novelada, obra del irlandés Colm Tóibín, en Revista Mercurio.  Leí que Tóibín luchaba contra un cáncer mientras escribía el libro. Es cierto que esperaba un texto de más enjundia en la reflexión teórica, pero como yo sí creo que las circunstancias en que uno escribe deben tomarse en consideración cuando se emite un juicio, entiendo que la batalla por su salud a la vez que se lleva adelante la redacción de un libro de esta envergadura en cuanto a datos y personajes, ya es suficientemente heroico.

La parte del exilio en América me ha parecido de lo más interesante –junto con el relato de juventud y sus pinitos en Munich. Empieza la caza de brujas desde los Estados Unidos cuando Mann y familia regresan a Europa. Sobre ese periodo en Hollywood, recomiendo leer la biografía que el hijo de John Fante, Dan Fante, escribió tanto sobre su vida como la de la familia y las tribulaciones de su padre, que no comulgaba con los comunistas de piscina de riñón y pagó el precio. En España se publicó con el título Fante. Un legado de escritura, alcohol y supervivencia. 

Fante Dan - A memoir

 

«Palabras del Egeo», de Pedro Olalla, en Mercurio

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Ya puede leerse la reseña de Palabras del Egeo, de Pedro Olalla en Mercurio. Creo que voy a leer todo lo que ha publicado, es el tipo de lectura que me apetece estos meses.

Un fragmento:

«Olalla construye su ensayo en forma de carta a su hijo Silvano, muchacho de diecisiete años que ha de llegar a Kimolos o Argentiera, pequeña isla del archipiélago de las Cícladas, donde su padre le espera redactando en unos cuadernos —ordenadas las notas en capítulos, y estos presentados como cuenta atrás de los diez días de verano que faltan hasta el encuentro— lo que ha de entenderse como un legado de la historia actualizada de los orígenes de la lengua y cultura helenas, pasión en la que ha fundado su vida, reconocido con distinciones como embajador del helenismo por el Estado griego y miembro asociado del Centro de Estudios Helénicos de la Universidad de Harvard. El ensayo se acompaña de un largo capítulo de notas en las que se documentan los hechos narrados y las citas, títulos y etimologías que, junto a la bibliografía y el extenso índice, no esconden que también apunta al lector universitario y especializado.»

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«La amistad era esto», cartas a PPP de Dacia Maraini

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Hoy se ha publicado la reseña dedicado a Querido Pier Paolo, el último libro de la escritora italiana Dacia Maraini, editado por Galaxia Gutenberg, en cuidada traducción de Helena Lozano Miralles.

Un fragmento:

«Y desde la primera carta tenemos a un Pasolini vivo, «esta noche he soñado contigo. Tenías tu sonrisa dulce de siempre y me decías: ¡Estoy aquí!», que la impulsa desde el mundo de los sueños a abordar diferentes temas, empezando por el ineludible: su muerte y el misterio en torno a la identidad de los responsables. Cuenta la escritora que fue a visitar en la cárcel a Pino la Rana Pelosi, el asesino confeso, pero tan poco creíble, y que accedió a escribir el posfacio de su libro, Io, angelo nero (1995), no por ingenuidad o por la típica blandura izquierdista, seguramente fue una voluntad de mantener vivo el caso pese a, o precisamente por, los muchos interrogantes y silencios que en esas fechas todavía lo rodeaban.»
El artículo completo se puede leer en Mercurio.

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(c) Foto playa de Sabaudia de Ferdinando Vegliante

¿Va a escribir sobre el chip de silicio? – No creo.

Paris Review II -1984-2012

Muchas lecturas en los últimos meses de las que iré hablando a la que pueda. Disfruto del segundo volumen de la recopilación de entrevistas de la Paris Review, el bloque que va de 1984 a 2021, publicado por Acantilado y con un plantel de buenos traductores. En la entrevista a Arthur Koestler, de 1984, el entrevistador, Duncan Fallowell, parece someterlo a un interrogatorio al que el autor de El cero y el infinito responde sin demasiado interés ni extensión, con la paciencia del que hace oposiciones a santo. Esta pregunta me pareció divertida: «¿Va a escribir sobre el chip de silicio?», a lo que le responde lacónicamente: «No creo». Claro que era el momento en que los ordenadores y la industria electrónica estaban despegando y parecía lógico esperar que el sabio se pronunciara y sentenciara. Si todas las entrevistas fuesen como ésta, la Paris Review habría cerrado hace muuuchos años, con preguntas como: «¿Ve la televisión? ¿Va al cine? ¿Padece insomnio? ¿Cuáles son sus vicios? ¿Se toma vacaciones?» !!!!!!!!!! 
Una de las respuestas de Koestler vale por el cuestionario entero que le inflige Fallowell :

–Primero se opuso al fascismo y luego rechazó el comunismo.

–No, el comunismo me rechazó a mí transformándose en estalinismo.

No es cuestión de leer por orden sino por apetitos y curiosidades. Como suele ocurrir, siempre hay sorpresas agradables, como el entusiasmo de Ray Bradbury, congratulándose a sus noventa años de haber aportado «algo» con sus libros. O Ian McEwan cuando con Expiación tomaba una senda de autor de gran calidad. Javier Marías y Julian Barnes son tan interesantes en la entrevista como cabe esperar, pero no hay sorpresas ni fulguraciones. La reflexión de cada cual sobre formas de escribir, rutinas y búsqueda de estilo son tan diferentes que se deduce que no hay fórmulas comunes, excepto la de buscar un nivel de concentración que permita llevar a buen puerto el proyecto literario. Hay escritores que sin ser mis favoritos me interesan por sus reflexiones, como Derek Walcott, mucho antes del Nobel, sobre la calidad de la literatura en su tierra… y luego está Susan Sontag, con la que no puedo, no puedo y no puedo. Dejé la entrevista a medio leer y dejé la biografía, premiada con el Pulitzer, de Benjamin Moser, al cabo de doscientas o trescientas páginas, muerta de aburrimiento y de desdén. Me gustan dos libros suyos, el dedicado al sida y a la enfermedad y sus metáforas, pero Sobre la fotografía siempre fue para mí un título que me permitía saber si alguien entendía y apreciaba la fotografía o escurría el bulto apelando a la autoridad de esta snob.

Y empiezo justo ahora, precisamente después de oírle en una entrevista por la radio, El ritmo perdido. Sobre el influjo negro en la canción española, de the one and only, el inigualable Santiago Auserón. Pero qué bien escribe, qué cerebro tiene. Se incorporó de inmediato a mi galería de Favoritos para la clonación.
Auseron en CubaAuserón en el territorio de exploración, Cuba