Hay un montón de gente talentosa ahí afuera… lo curioso es que en el siglo XXI los contenidos sentimentales sean casi los mismos que hace cincuenta años
Hay un montón de gente talentosa ahí afuera… lo curioso es que en el siglo XXI los contenidos sentimentales sean casi los mismos que hace cincuenta años
Sabíamos que hay un no sé qué erótico en desafiar al poder establecido, pero aquí tenemos a este ejemplar de la especie catalanish primigenius en el que la autoerotización se eleva a la máxima potencia, y al plus erótico se suma el plus comercial pues se ve que este hombre-anuncio vende las botas que luce con tan femenina gracia, digo varonil tronío… a 600 euros el par de banderolas en las pezuñas.
En la camiseta se lee: «Soy catalán, no un español de mierda, viva cataluña».
Si después de ver a este ejemplar de catalánish archiproud of himself, aún me preguntáis por qué mi situación socio-profesional, y por ende personal, ha sido la que ha sido y es la que es, sin duda sois tontos de remate.
Vamos a dedicarle una cancioncilla a esta mujer, y a sus esplendorosas gambas.