Profondo nero, intenso giallo, 2 y 3 en Jot Down

SyCc0Vybz_720x0Los cuentos de Canterbury

Hoy puede leerse en JotDown la tercera y última parte de Profondo nero, intenso giallo, mi artículo dedicado a  las investigaciones en torno a tres asesinatos conectados entre sí, los de Enrico Mattei, Mauro de Mauro y Pier Paolo Pasolini, y que tienen como telón de fondo un tema de gran actualidad como es la autonomía energética de un país pequeño: el petróleo y el gas, la construcción de gaseoductos, y los obstáculos impuestos por las grandes compañías norteamericanas y británicas en el contexto de la emancipación de los países productores y la primera crisis del petróleo. Ahora que andamos metidos en la enésima guerra del petróleo –obsérvense los movimientos de Israel en Marruecos y su retraso en sancionar a Rusia, además de la multiplicación de ventas de armamento de Estados Unidos a Australia y a Alemania y recuérdese la conminación a España a armarse más, previa a la invasión de Ucrania– se comprueba que Pasolini era, como él mismo declaró, ante todo un intelectual que hacía su trabajo:

«Sé los nombres de las personas serias e importantes que están detrás de los trágicos muchachos que optaron por las suicidas atrocidades fascistas y de los malhechores comunes, sicilianos o no, que se pusieron a su disposición como asesinos y sicarios.
Sé todos esos nombres y sé todos los hechos (atentados contra las instituciones y matanzas) que han cometido.
Lo sé porque soy un intelectual, un escritor que intenta seguir todo lo que está pasando, conocer todo lo que se escribe al respecto, imaginar todo lo que no se sabe o se calla; que ata cabos a veces lejanos, que junta las piezas desordenadas y fragmentarias de un cuadro político coherente, que restablece la lógica donde aparentemente reinan la arbitrariedad, la locura y el misterio.»**

Como ya he contado más de una vez, el asesinato de Pasolini era una de las subtramas que abordaba yo en la novela -inacabada entonces y a día de hoy algo más adelantada– que me han plagiado dos veces: una por Chirbes -que dio lugar a Crematorio— y otra, mucho más torpe y ostensible, por Leonardo Padura, en ese truño llamado Como polvo en el viento. El personaje protagonista estaba a punto de publicar una biografía que incluía datos novedosos sobre el asesinato, lo que entonces, en 2003 cuando yo escribía, y en 2002 cuando transcurría la acción, era elucubración mía, siempre a partir de la abundante bibliografía reunida. Tusquets, la editorial que publica al plagiario Padura, publica ahora, tan oportunamente, una biografía…  con datos novedosos sobre el asesinato del gran intelectual italiano.

Sette sorelle -empresas petrolíferas

logos de las compañías petroleras llamadas las Siete Hermanas o Sette Sorelle, así conocidas desde que las bautizara el italiano Enrico Mattei; las compañías «que dominaron los mercados con sus golpes de Estado, con invasiones y pillajes, y con la provocación de guerras entre naciones y sus balcanizaciones (recuérdense las guerras verdaderamente intestinas entre Bolivia y Paraguay, y entre Ecuador y Perú, y la división del medio Oriente realizada por Lawrence de Arabia).» Fuente: aquí

En 2003-2004, cuando empecé a leer todo lo que pude sobre Pasolini y, por añadido sobre su asesinato, que se trataba de un crimen político era una sospecha muy extendida entre los sectores más progresistas de la cultura italiana, pero sin pruebas definitivas para identificar a los autores «intelectuales», que es lo único que permite cerrar un caso. En el artículo puede  comprobarse que hay tesis que se solapan en algunos puntos y se separan en otros fundamentales: para uno el móvil era un simple robo; para otros una emboscada planeada y conectada con los acontecimientos políticos de trasfondo fascista.
Faltaban investigaciones como las del magistrado Vincenzo Calia y los avances científicos de los últimos años. Varios de los libros que menciono o cito en el artículo hace años que se publicaron en italiano y siguen sin traducir. La gran -y excelente- exposición que se presentó en el CCCB data de 2013 y se ceñía a la relación con Roma. Si incluyo numerosas citas entrecomilladas es porque me importa poner de relieve que son muchas las publicaciones italianas que llevan años tratando el caso y sus múltiples derivaciones –incluso existe un artículo dedicado al destino del Alfa Romeo del escritor y a identificar a sus sucesivos dueños, hasta el presente–.

Sería un buen momento para reeditar las Conversaciones que Jean Duflot mantuvo con Pasolini, traducidas por Joaquim Jordà para la colección Contraseñas de la editorial Anagrama, que apenas se encuentra en librerías de segunda mano y que en Francia ha tenido varias ediciones.
Duflot entretiens portada francesaNo digo nada nuevo si recuerdo que hay muchísima bibliografía derivada -monografías, tesis en español, infinidad de artículos–, pero a mí me resulta interesante poder acceder al discurso directo de Pasolini en ese momento álgido de su carrera, cuando también se apuntan una serie de contradicciones entre su condición de celebridad internacional –por eso interesan tanto las conversaciones/discusiones/entrevistas que pueda mantener con franceses o norteamericanos– y su defensa/reivindicación de una marginalidad polemista.
Pincha aquí: Segunda parte del artículo

ORIANA FALLACI E' MORTA A FIRENZE

ROMA – SPE – ORIANA FALLACI – Una immagine di archivio di Oriana Fallaci durante il processo contro Pelosi per l’omicidio Pierpaolo Pasolini. ANSA – KRZ

Pincha aquí para leer la Tercera parte

Y ahora continuemos leyendo, viendo y discutiendo la obra de Pasolini.

Teorema Pasolini italiano

** : Pasolini: «14 de noviembre de 1974. La novela de los atentados», en Escritos corsarios, ediciones del oriente y del mediterráneo. traducción de Juan Vivanco, p. 108.

Profondo nero, intenso giallo: los crímenes de Estado de Mattei, De Mauro y Pasolini, en JotDown

Hoy se publica en Jot Down el primer artículo de los dos dedicados a las investigaciones en torno a los conocidos hoy como crímenes de Estado en Italia, tres de cuyas víctimas están relacionadas de manera imprevista: Pasolini (1975), Mauro De Mauro (1970) y Enrico Mattei (1962).
En España suele hablarse del caso Pasolini y de los otros dos sin declarar las fuentes de información. He querido hacer lo contrario, y subrayar que llevo años sugiriendo la traducción de la crónica que recoge más datos sobre estos casos y sus vínculos. Se trata de Profondo Nero, de Giuseppe Lo Bianco y Sandra Rizza. Es de 2009 pero su enfoque no ha caducado, si bien hay información nueva que completa lo que aquí se dice y que van recogiendo revistas y blogs especializados italianos.

En el artículo veréis lo interesante del contexto, personajes e investigación, las tácticas de la mafia, influencia de Estados Unidos, etc.
Pinchad aquí.

Recorte de diario: «Sigue siendo un misterio la auténtica causa de la trágica muerte de Enrico Mattei«
Enrico Mattei (derecha) y Franco Salerno
El periodista Mauro de Mauro investigaba los últimos días de Mattei en Gagliano Castelferrato. El perfil de De Mauro presenta varias facetas que conducen a pistas asombrosas

Crónica de la investigación del caso publicada en 2017. Vincenzo Calia es el magistrado que reabrió el caso y consiguió conectarlo con el homicidio de Pasolini. Sabina Pisú se ocupa de la otra mitad de la crónica. Pese a las notas, el libro se lee sin dificultad porque la investigación es apasionante.

Póster de la película que dirigió Francesco Rosi

Giorgio Fontana: Muerte de un hombre feliz & Por ley superior

Dos novelas muy interesantes que abordan los grandes asuntos de la política italiana que se prolongan en todo el siglo XX y hasta la actualidad, obra de un joven escritor, Giorgio Fontana, que hace bueno el tópico de «sorprendente madurez». En Muerte de un  hombre feliz, trad. de Pepa Linares] se remonta a los años ochenta, al verano de 1981 en concreto, momento álgido de la actuación de las Brigadas Rojas. La narración se centra en un fiscal, Giacomo Colnagui, un hombre que entra en la madurez, casado y con un hijo, que se ocupa de la investigación del crimen de un político de la democracia cristiana. La narración de su vida cotidiana, durante la investigación se alterna con el relato de las vivencias de su padre, partisano durante la guerra, otro caído por la libertad. Fontana presenta las tragedias de un hombre justo –varios hombres justos a lo largo de la historia– desde una perspectiva radicalmente opuesta a la que ha estado de moda recientemente en novelas o películas que pueden definirse como posmodernas, la –muy interesante- de Giorgio Vasta, La vida material, y el film Il divo, de Paolo Sorrentino –que fue bastante mal imitada en El hombre de las mil caras, de A. Rodríguez; también se aleja en su tratamiento del sarcasmo de Las teorías salvajes, de P. Oloixarac y de la evocación de fantasmas, como se encuentra en La historia del pelo, con la peluca del «famoso» montonero. Se aleja deliberadamente del tratamiento juguetón y se coloca a ras de hombre para cavilar sobre la libertad y los modelos de lucha para defendera.

Me gustó tanto como para buscar enseguida otros libros suyos. Traducido al español [por C. Manzano] tenemos Por ley superior, que transcurre ya en nuestro siglo. Está protagonizado por un amigo de Colnagui, Roberto Doni, fiscal en Milán. No quiero destripar el argumento, así que no me extiendo sobre su argumento y desarrollo. Él es un hombre que ha desarrollado una buena carrera y, ya con 60 años, solo contempla una salida profesional acorde a su buena reputación. La complicación llega con la apelación por el crimen cometido por un tunecino, un caso que parece definido sin necesidad de mayores averiguaciones; pero al fiscal acude una periodista de izquierdas para poner en su conocimiento hechos que cuestionan la responsabilidad del tunecino. Fontana presenta de nuevo un caso de conciencia en el contexto de la Italia actual, con la crisis de los emigrantes, el futuro borroso de tan incierto que angustia a las clases medias y trabajadoras. Esta crisis ofrece varias facetas, una de ellas es, sin duda, la explotación que unos emigrantes pueden ejercer, y de hecho ejercen, sobre otros más desvalidos. Una vez más, Fontana muestra su talento al construir un personaje maduro –aunque creo que al protagonista le falta la desenvoltura, la mundanidad, que acompaña a los años y, desde mi experiencia, a ese sector social concreto de personas que han alcanzado un bienestar fruto de su esfuerzo y del reconocimiento de una profesión de nivel–, y al reflexionar desde la perspectiva y conocimientos del derecho. Se sitúa, una vez más, lejos del mundo pop, o de las vindicaciones coloristas y voluntaristas que por edad parecerían opciones naturales, y en su lugar esgrime la ley elaborada por los hombres –y por ello factible de rectificación– como herramienta de organización social a partir de la que conviene debatir.

Los conocidos, y laberínticos, vericuetos que entraña la interpretación de la ley sustentan la reflexión del protagonista, que confronta con sus allegados y colegas el dilemo ético y de vida que le ha caído encima. En Por ley superior plantea un problema de conciencia, de ética y deja a la imaginación del lector determinar cuál ha sido la decisión del protagonista. El impacto que la novela tuvo en Italia corresponde a la urgencia de una actuación que dignifique no solamente al país como entidad impersonal, sino a sus figuras de referencia.