El alcalde de Messina no llegará a final de año si continúa así.
La imagen que da del país es escalofriante:
Calles desiertas en mi barrio; el que sale a cara descubierta parece un extraterrestre. Dejamos para otro momento el sesudo análisis de la crisis global que se avecina y solicito humildemente a la ONU que ordene a astrólogos y horoscopistas y otros visionarios –también de la economía-ficción– se hagan el harakiri en plaza pública. Todos juntos, por ahorrar.